UNA LABOR MINUCIOSA

Llevados por el convencimiento de querer preservar el patrimonio histórico-arquitectónico
de los siete edificios que conforman Centro Canalejas Madrid, y con el fin de devolverles la singularidad
y características originales a todos y cada uno de los elementos ornamentales, hemos realizado
un gran esfuerzo económico y humano en la restauración de más de 16.000 piezas.

 

Vidrieras, mármoles, rejas, lámparas, cubiertas de pizarra y otros elementos que merecen protección por su valor histórico, artístico y/o arquitectónico están siendo restaurados, después de haber sido cuidadosamente catalogados para ser reintegrados en su emplazamiento original.

Esta minuciosa labor de catalogación, desmontaje y recuperación de elementos singulares se ha realizado con la contribución de pequeños talleres de ámbito muy local que emplean técnicas muy artesanales en los procesos de restauración.

Se trata de piezas representativas que durante décadas formaron parte de los edificios y que, afortunadamente, no desaparecieron durante las importantes modificaciones que sufrieron estos inmuebles.

Entre las piezas que se han recuperado se encuentran desde algunos elementos de cubiertas, carpinterías de madera, cerrajerías metálicas, mármoles o pináculos que coronaban las fachadas, hasta capiteles y vidrieras.

Los especialistas artesanos a los que se les ha encomendado la labor de restauración han preservado el valor estético e histórico de cada elemento, contribuyendo a que perdure la identidad de cada pieza a pesar del paso del tiempo. Para ello han seguido las premisas de la mínima intervención y de utilización de técnicas originales, con objeto de ser lo más respetuosos posible.

 

Estos son algunos ejemplos de su buen hacer:

fachadas

La restauración de las fachadas es el mejor ejemplo del esfuerzo por recuperar el esplendor de la zona. Cabe destacar las fachadas de los edificios más notables: Plaza de Canalejas 1, de 1902, de estilo renacentista, obra del arquitecto Eduardo Adaro; la fachada de Alcalá 14, de 1887, muestra de la arquitectura monumental ecléctica del siglo XIX, firmada por José Grasses Riera; o la de Alcalá 10, de 1943, firmada por el arquitecto Roberto Ochoa, de inspiración art déco, en la que sobresale el friso en relieve en el dintel del gran acceso, así como otros elementos de cerrajería muy elaborados.

Vidrieras

En el techo de la planta primera del edificio de Alcalá 10 se sitúan dos vidrieras de cristal emplomado estilo art déco, compuestas por paneles de vidrieras de diferentes formas y medidas, con un diseño de vidrios impresos incoloros, amarillos o verdes con distintos acabados, formando una composición geométrica.

Los artesanos que las han limpiado y reparado se han encontrado con piezas rotas, plomos deformados, falta de masilla y algunas desafortunadas reparaciones anteriores que desvirtuaban las vidrieras y que han tenido que ser corregidas utilizando técnicas y materiales originales.

Para mantener su esencia y devolverlas a su estado original, han sido restauradas con vidrios antiguos y utilizando técnicas de los años 40.

Con esta restauración, la vidriera del lobby ha recuperado su textura, estanqueidad y elasticidad original y se le ha devuelto su luminosidad y belleza.

En otra vidriera, esta situada en Alcalá 14 y que data de la década de los años 40, se han utilizado técnicas de decoración como el dibujo y la pintura a mano con pigmentos originales fijados al vidrio mediante su cocción en horno. Esta técnica que se usa desde hace siglos en la decoración de vidrieras y que fue la que originalmente se empleó en esta vidriera, se ha utilizado para reintegrar algunos vidrios que se habían perdido en anteriores operaciones que modificaron la posición de las vidrieras y que ahora volverá a lucir en la posición para la que originalmente fue creada.

rejas

En el acceso a Alcalá 10 se encontraba una pieza de gran valor histórico. Se trata de una reja de forja con decoraciones en bronce, que estaban muy deterioradas por las sucesivas capas de pinturas y barnices, que habían ido perdo su transparencia y se había alterado el color original de las mismas. En la restauración se han limpiado y retirado esas capas de barnices y pinturas, además de los óxidos allí donde se estaban produciendo; así se ha recuperado su color y reflejos originales antes de ser devueltas a su lugar de origen, en la entrada de este mismo edificio.

El proceso de restauración
artesanal paso a paso

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ESTANCIAS

El patio de operaciones del edificio de Alcalá 14, obra de Enrique Cebrián, será la recepción del hotel Four Seasons. En él destacarán, además de la antigua cristalera del patio interior, las columnas de mármol y los capiteles corintios de fundición de bronce decorados con hojas de acanto, introducidos en la reforma de 1944 en los pilares que flanquean el antiguo patio de operaciones, las carpinterías de madera teñida de color caoba y pintada y varios tipos de herrajes.

Por otro lado, situada también en Alcalá 14, se encuentra la antigua sala de juntas del Banco Español de Crédito, luego despacho de la Presidencia de Banesto, y que antes fue el salón de conversación del Casino de Madrid. Esta es la única estancia interior que conserva su estado original y que ha llegado inalterada hasta nuestros días para convertirse en salón de la Royal Suite del hotel. Se ha restaurado en su totalidad, con el objetivo de conservar las piezas existentes y recuperar los elementos perdidos de sus molduras del techo y paredes, el gran espejo y la chimenea, así como las carpinterías de suelo y ventanas.

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